Discursos en Movimiento

Tanto mar para nuestros remos

Fluir para viajar, viajar para fluir

Tanto mar para nuestros remos: Isla Tabón

En Isla Tabón hay una historia preciosa. Dicen que en una de sus playas está la Piedra del Destino. Con Discursos en movimiento la fuimos a ver. Para llegar a la Piedra del destino hay que caminar por una playa llena de caracoles. La Piedra del Destino en realidad es un portal. Un pasadizo que se arma por dos enormes piedras. Es decir, la Piedra del Destino son dos enormes piedras que están cerca. Como si una fuese el pasado y la otra el futuro. Dicen que los niños y niñas que nadan cerca de La Piedra del Destino pueden ver con claridad si su vida será larga o breve.

Hace años atrás escribí algunos relatos inspirados en esta historia.

Pronto saldrán en un libro que se va a llamar Isla Murta. @francolibri los ilustra amplificando la imaginación.

Hay quienes creen que la literatura es un asunto de otra época. Yo creo que hay formas de vida y utopías que no han sido escritas ni nombradas. Y por eso con Discursos en movimiento viajamos para fluir, fluimos para viajar.

Aquí un adelanto.

La piedra del destino

Se miró en la piedra del destino. Se vio niña habitada por las grandes corrientes marinas. Interpretó por días hasta concluir que su destino sería morir joven.

Desde entonces comenzó a vivir cada día como si este fuese el último. Desde entonces, jamás se le ocurrió pensar en el futuro. Jamás planificó su felicidad. Desde entonces, su felicidad fue un estado permanente y en cada segundo del día, ella fue feliz.

Y así su sabiduría creció. Todas las noches, antes de cerrar los ojos, daba gracias a la vida y se despedía emocionada de sí misma, creyendo morir y en parte tenía razón.

Y vivió larguísimos años, más que la mayoría de los isleños e isleñas.

La advertencia fue hecha: hay quienes no conocen su destino simplemente porque lo interpretan demasiado.

Tanto mar para nuestros remos: Ancud, Chiloé

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La educación pública del sur tuvo un año triste. Como una chalupa mal calafateada, la educación no paró de hacer agua. Las profesoras y profesores hicieron un tremendo esfuerzo para mantener la pedagogía a flote. Pero no hubo caso. Administraciones perversas. Municipios anteriores mañosos y viciados que no pagaron las contribuciones. Corporaciones Municipales que movieron las lucas de un lado…

Tanto mar para nuestros remos: Isla Puluqui

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